Anton Donaldson, un guía de la empresa de turismo Farewell Spit Tours, fue informado por un colega del cadáver de un calamar que apareció en la arena en Farewell Cape en Golden Bay, Nueva Zelanda, según informó Newsweek el 12 de septiembre. Cuando Donaldson y su grupo de turistas llegaron al lugar, encontraron un calamar de 4 metros de largo acostado en la arena.
“Para la mayoría de las personas, esta es una oportunidad única en la vida. Los calamares gigantes son raros en cualquier playa, por lo que es necesario estar allí en el momento adecuado, ya que la materia orgánica no dura para siempre”, compartió Donaldson. Según él, el calamar presentaba marcas de mordidas, probablemente causadas por otros animales marinos como tiburones pequeños.
El calamar gigante es el segundo molusco más grande del mundo, después del calamar colosal, que puede crecer hasta 13 metros de largo. Los investigadores creen que se encuentran en todo el mundo pero rara vez se los ve vivos.
Los calamares gigantes viven a profundidades de alrededor de 305 a 1000 metros. La única vez que se filmó un calamar gigante fue en 2006 frente a las islas Ogasawara, Japón. Según el Acuario de Dos Océanos en Sudáfrica, ha habido 677 avistamientos de calamares gigantes.
Este calamar tiene los ojos más grandes del reino animal, con un diámetro de hasta 25 cm, según National Geographic. Los investigadores creen que los calamares gigantes evolucionaron con ojos tan grandes para detectar la luz bioluminiscente de las presas en la oscuridad a profundidades de cientos de metros.
Los calamares gigantes son presa común de las ballenas cachalote, y también se han encontrado cadáveres de calamares en los estómagos de las ballenas piloto, tiburones durmientes del sur y orcas.
El descubrimiento del calamar gigante no solo es emocionante para los científicos, sino también para la industria turística en Nueva Zelanda. El país tiene una próspera industria de ecoturismo, y el descubrimiento de esta rara criatura probablemente atraerá aún más visitantes a la zona.
A pesar de su impresionante tamaño, los calamares gigantes siguen siendo una de las criaturas más misteriosas del océano. Se sabe poco sobre su comportamiento y ciclo de vida, y los científicos continúan estudiando estas criaturas con la esperanza de desentrañar algunos de sus secretos.
El descubrimiento del calamar gigante en la playa de Nueva Zelanda sirve como recordatorio de la increíble diversidad de vida en nuestros océanos y la necesidad de proteger y preservar estos ecosistemas preciosos. A medida que se hacen más descubrimientos como este, nuestra comprensión del océano y sus habitantes seguirá creciendo, proporcionando información valiosa sobre esta parte vital de nuestro planeta.