La serpiente, que medía varios pies de largo, fue pintada en una pared de ladrillos por un artista local.
Sus detalles intrincados y su apariencia realista hicieron que muchas personas se pusieran manos a la obra para conseguir una mirada más cercana.
A medida que se difundió la noticia de la serpiente gigante, el pueblo se llenó de críos, ansiosos por ver la impresionante obra de arte. Algunos incluso confunden a la serpiente con un animal real, provocando una pelea en el pueblo.
Sin embargo, una vez que la gente se dio cuenta de que se trataba simplemente de una pintura, pudieron apreciar el arte y la creatividad necesarios para crear una obra tan realista.
El artista detrás de la pintura de la serpiente gigante es muy conocido en el pueblo por sus impresionantes murales y arte callejero. Su trabajo se ha convertido en una atracción popular, con gente de toda la región que viene a ver sus creaciones.
A pesar del tamaño intimidante de la serpiente, los expertos llegaron al lugar y aseguraron a los aldeanos que no era una especie venenosa y no representaba ninguna amenaza para los humanos. Los expertos capturaron cuidadosamente a la serpiente y la trasladaron a un hábitat más adecuado.
El incidente dejó a muchos de los aldeanos asombrados, y algunos incluso consideraron la presencia de la serpiente como un buen augurio. Por un breve momento, la casa se había convertido en el centro de atención, y el avistamiento de la serpiente gigante en su techo había creado un recuerdo duradero para quienes la presenciaron.