En un giro cómico de los acontecimientos, un tejón de miel en Sudáfrica aprendió una valiosa lección sobre pelear con criaturas mucho más grandes que él. La determinada criatura se encontró en el extremo receptor de un poderoso golpe de un enorme órix en el Parque Nacional de Etosha, y se arrepintió de su decisión.
El incidente tuvo lugar cuando el tejón de miel, aparentemente incapaz de ocuparse de sus propios asuntos, se acercó a un abrevadero en el parque. Ansioso por una confrontación, cargó repetidamente contra el oryx, una bestia diez veces más grande. Sin dejarse impresionar por la agresión del tejón, el órix tomó represalias usando sus impresionantes cuernos para lanzar al molesto bicho por los aires.
Las fotografías capturaron el momento hilarante cuando el tejón de miel fue enviado volando por el cielo, un mero juguete para el poderoso órix. El tejón fue lanzado aproximadamente 20 pies en el aire con cada encuentro, pero no se inmutó, volviéndose a levantar después de cada caída y atacando al órix una vez más.
Dirk Theron, el fotógrafo que presenció el divertido enfrentamiento, describió cómo el tejón se acercó repetidamente al órix en el abrevadero, iniciando los enfrentamientos. “Seguía cargando contra el oryx, luego el oryx enganchaba al tejón entre sus cuernos y lo lanzaba a cinco o seis metros en el aire”, relató. A pesar de los impactos aparentemente brutales, el tejón de miel salió aparentemente ileso, simplemente sacudiéndose antes de reanudar sus ataques.
Los tejones de miel se han ganado una reputación por su naturaleza agresiva, y su comportamiento intrépido incluso ha inspirado los apodos de famosas estrellas deportivas australianas. Tanto el piloto de Fórmula 1 Daniel Ricciardo como el jugador de rugby Nick Cummins han adoptado el apodo de “Honey Badger” para representar sus intrépidas cualidades. Ricciardo explicó que después de ver un documental sobre el tejón nativo de África, sintió una conexión con sus características y finalmente adoptó el apodo. “Pensé que era genial. Tenía muchas cualidades de tejón de miel, así que todo comenzó a partir de ahí”, compartió.
El divertido encuentro entre el tejón de miel y el oryx sirve como un recordatorio de que a veces es mejor pensar dos veces antes de pelear con oponentes que claramente nos superan en tamaño y fuerza. En este caso, la persistencia del tejón solo condujo a repetidos vuelos por el aire, brindando entretenimiento a los espectadores y una lección aprendida para la audaz criatura.