De 1494 a 1496, la isla de Tenerife fue acosada por una invasión militar. Los conquistadores y soldados del reino castellano de Castilla y Aragón desplegaron numerosas tropas para someter a los aguerridos habitantes de la isla: los formidables guanches, asentados en todas las Islas Canarias durante miles de años y cuya población total se ha estimado en unos 100.000 habitantes por aquel lejano y fatídico siglo XV. Migrando desde el vecino continente africano, y más concretamente desde su región norte, llegaron por sus propios medios y en barcos desde zonas del Sáhara Occidental, Marruecos o Túnez.
La reciente producción del documental Las momias guanches, coproducido por RTVE y Story Producciones, ha mostrado con gran detalle la anatomía y etnografía de la mejor momia guanche conservada hasta la fecha, del Mencey un cacique guanche, de unos 40 años. Un equipo de científicos y artistas que incluye médicos, arqueólogos, historiadores, escultores y diseñadores gráficos utilizó las técnicas más avanzadas de tomografía axial computarizada para investigar las momias. Durante los últimos cinco años, estos especímenes únicos han sido sometidos a pruebas de ADN, estudios radiológicos de alto nivel, pruebas de carbono-14, reconstrucciones forenses o estudios con luz ultravioleta.
Gracias al estudio de estas momias se ha podido dar respuesta a muchos interrogantes que antes se ocultaban sobre la cultura guanche. ¿De dónde eran originarios antes de emigrar a Canarias? ¿Por qué comparten rasgos físicos con los europeos del norte? ¿Tenían vínculos con Egipto? Según el documental, los guanches lograron una técnica de momificación tan prodigiosa, estudiada y eficaz que muchos la equiparan a la egipcia.