En 1991, dos excursionistas alemanes se toparon con uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo: el cuerpo de 5.300 años de antigüedad de un hombre que llegó a ser conocido como Otzi. Al principio, los excursionistas pensaron que habían descubierto los restos de un alpinista muerto, pero después de una inspección más cercana, quedó claro que habían encontrado algo mucho más notable.
El cuerpo estaba notablemente bien conservado, gracias al hielo y la nieve que lo habían encerrado durante miles de años. Otzi vestía una variedad de ropa y accesorios, incluido un sombrero de piel de oso, una capa hecha de hierba tejida y un carcaj lleno de flechas. Su piel, cabello y uñas estaban intactos, y todavía tenía comida en el estómago y los intestinos.
El descubrimiento de Otzi fue un gran avance para arqueólogos e historiadores. Antes de su descubrimiento, los restos humanos intactos más antiguos jamás encontrados tenían solo 4.000 años. El cuerpo de Otzi ofreció un vistazo a la vida de los humanos antiguos y proporcionó información valiosa sobre su dieta, vestimenta y herramientas.
Pero quizás el descubrimiento más significativo que se hizo del cuerpo de Otzi fue el hecho de que había sido asesinado. Un examen del cuerpo reveló que le habían disparado con una flecha, y una herida profunda en la mano indicaba que había estado luchando poco antes de su muerte. Los investigadores creen que Otzi era miembro de una comunidad neolítica que vivía en la región y que pudo haber estado involucrado en un conflicto con una tribu vecina.
Desde su descubrimiento, el cuerpo de Otzi ha sido objeto de intenso estudio y análisis. Los investigadores han utilizado una variedad de técnicas, incluidos análisis de ADN y tomografías computarizadas, para aprender tanto como sea posible sobre él y el período de tiempo en el que vivió.
Gracias al descubrimiento de Otzi, ahora tenemos una mejor comprensión de la vida de nuestros antiguos antepasados. Hemos aprendido sobre su ropa, herramientas y dieta, y hemos podido reconstruir los eventos que llevaron a la prematura muerte de Otzi. A medida que los investigadores continúan estudiando este increíble hallazgo, solo podemos esperar que descubramos aún más información sobre nuestro pasado.