La demanda de gas natural licuado (GNL) está creciendo rápidamente a medida que más países cambian a formas de energía más limpias. Para satisfacer esta demanda, los constructores navales de todo el mundo están construyendo transportadores de GNL capaces de transportar grandes cantidades de gas a través de los océanos. Una de las hazañas más impresionantes de la construcción de transportadores de GNL se puede encontrar en un astillero multimillonario en Corea del Sur, donde se construyeron los transportadores de GNL más grandes del mundo.
Proceso de construcción
La construcción de un buque metanero es un proceso largo y complejo que requiere un alto nivel de habilidad y destreza. El proceso normalmente implica los siguientes pasos:
Steel сᴜttіпɡ: una vez que se completa el diseño, la construcción comienza con el сᴜttіпɡ de placas de acero que formarán el casco de la embarcación. Luego, las placas se sueldan para crear la estructura básica del barco.
Pruebas y Puesta en Servicio: Una vez que el buque está completo, se somete a una serie de pruebas para garantizar que cumple con los estándares de seguridad y de rendimiento. Esto incluye la prueba del sistema de propulsión, el equipo de navegación y los sistemas de seguridad.
Cambios e innovaciones
La construcción de los transportadores de GNL más grandes del mundo presentó una serie de problemas y requirió soluciones innovadoras. Uno de los mayores cambios fue el tamaño de las embarcaciones, que pueden medir hasta 345 metros de eslora y 54 metros de manga. Esto requería que el astillero tuviera equipo e infraestructura especializados capaces de manejar embarcaciones tan grandes.
Otro problema fue la necesidad de garantizar la seguridad de los buques y sus tripulaciones. El GNL es altamente inflamable y requiere un manejo y almacenamiento especializado. Para hacer frente a esto, las embarcaciones se equiparon con sistemas de seguridad avanzados y se diseñaron con múltiples capas de aislamiento para evitar fugas y minimizar el riesgo de incendio.