El título no es un bagre en absoluto, y eso es correcto 567.000 millas, o más que un viaje a la galaxia, y allá en el cometa Mercurio Caliente de 1964, la Abuela de Orlando, de 93 años, no tuvo más remedio que pisar el Frenos tras 18 baterías, 8 silenciadores, 3 maridos… por cuestiones de edad.
Rachel Veitch compró su último automóvil cuando un galón de gasolina costaba 39 centavos, “La viejecita de Pasadena” era un éxito de radio y Lyndon B. Johnson era presidente. La mujer es enfermera jubilada y madre de cuatro hijos; compró “Chariot” en febrero de 1964 por $3,289 en un concesionario en Sanford, Florida. El automóvil duró más que sus tres matrimonios y requirió al menos 17 baterías, ocho silenciadores, numerosos cambios de aceite y tres juegos de amortiguadores.
“Mi Chariot nunca me ha mentido ni me ha engañado, y siempre puedo confiar en ella”, explicó Veitch. (Rachel se dirigió a Chariot como “ella” o “ella”). “Cuando mi marido anterior y yo nos divorciamos en 1975, él se quedó con el Pontiac de 1972 que teníamos y yo me quedé con el Chariot. Estoy seguro de que ya ha intercambiado autos varias veces, pero todavía tengo mi Chariot, mi amigo leal”. Veitch nos dijo que el automóvil clásico, que tiene aire acondicionado helado, transmisión automática y unas “pésimas” 15 millas por galón, se ha presentado en varias exhibiciones de automóviles en todo el país e incluso la llevó hasta Pensilvania para celebrar su 70° aniversario. reunión de la escuela secundaria en 2007.
El coche de sus sueños fue renovado en 2002 después de que le multaran por exceso de velocidad por ir a 92 mph en una zona de 55 mph.
Afirmó que el motivo principal de su devoción casi obsesiva por el vehículo es que ha estado bajo su cuidado durante casi medio siglo. “Ya nadie quiere hablar conmigo”, explicó Veitch. “Están hartos de oír hablar de mi Carro”. “Cuando voy a la gasolinera, apunto el kilometraje, la fecha y cuántas millas por galón recojo”, explicó. “Nunca he sido una persona destructiva y siempre me he ocupado de todos menos de mis maridos”. Por su Mercury Comet Caliente de 1964, apodado “La Chariot”, la mujer fue miembro activo de varias organizaciones, incluida la Asociación Nacional de Clubes de Autos Antiguos.
El viaje de Rachel llegó a su fin el 11 de mayo de 2017 en Orlando, Florida, a la edad de 98 años.
El siguiente vídeo se grabó cuando el odómetro de Mercury marcaba “sólo” 540.000 millas.